Paso 2: la higiene
El primer paso es que no te gusten las chuches, los bollos ni los refrescos. El segundo, darle al cepillo. El tercero, correr los cien metros lisos en menos de nueve segundos. Como al Alien le salga una caries, la corro a gorrazos hasta la conchinchina (a menos que corra más que yo).
El Alien declaró: "Nadie se imagina lo duro que es vivir rodeado de dentistas. Nadie."
7 comentarios:
Atiende lo que te voy a decir sobri: cada vez que tengas ganas de comer chuches o bollos, o cada vez que no te apetezca lavarte los dientes...recuerda al tio edu y pronto entenderas porque los papas son tan pesaos
Mmm... Una duda, Lucas, ¿no es posible que, a pesar de que una persona observe todos esos preceptos, acabe por tener alguna que otra caries?
A lo que iba: no seas tan duro con el Alien, hombre, dale el beneficio de la duda antes de correrla a gorrazos.
La caries es la segunda enfermedad más frecuente del mundo occidental. La hemos tenido, la tenemos o la tendremos el 98% de los seres humanos que vivimos en el primer mundo. Esto es así porque, contrariamente a lo que piensa la gente, la caries no aparece por no lavarse los dientes, sino por el tipo de dieta que se tenga. Los que comemos habitualmente azúcares refinados (presentes en las chucherías, en el chocolate, en los refrescos, en los bollos y hasta en el pan nuestro de cada día) estamos casi inevitablemente condenados a tener caries.
Mi objetivo es que el Alien se meta en el 2% de afortunados y... la cosa va a ser difícil.
Espero que lo consigas. De todas formas, si desde pequeña la estás acostumbrando "bien", es posible que lo hagas.
No es sólo cuestión de acostumbrarla a ella. Hay que acostumbrar también a las abuelas (suministradoras inconscientes de golosinas), a las tías (saboteadoras conscientes de los planes de salud bucodental), a las vecinas (deseosas de atraer los afectos del Alien, aunque sea a base de sobornos cariógenos), a los niños del parque (terroristas generosos con piruletas-bomba en las manos) y hasta al portero (ídolo de la comunidad infantil de mi urbanización gracias a la bolsa de venenos dulces que guarda en la portería).
Ahora, lo llevan todos claro: al Alien no le gusta el sabor dulce. Prefiere (sin dudar) hincarle el diente a un cuscurro de pan antes que lamer un chupachús, devorar un trozo de jamón antes que acercarse a un bollo, absorber cual esponja un vaso de agua antes que llevarse a los labios una fanta.
¿Huevos kinder tampoco? ¿Ni aunque después se cepille los dientecitos con un cepillo infantil y una dosis de dentífrico del tamaño de un guisante? Es que, después de todo, se me hace difícil pensar que a un@ churumbel@ no le guste el chocolate. Las demás cosas(gominolas, refrescos y bollos) en efecto me parecen venenos más que prescindibles, incluso deberían estar penados, pero... Los huevos kinder, la nocilla, el nesquik (yo era de las delicadas que no le gustaban los grumitos), el chocolate nestlé; en definitiva, el cacao, ¿también cuenta?
Hay muchas maneras de clasificar a las personas. Entre todas esas clasificaciones posibles, hay un tipo de clasificación: las clasificaciones binarias. O eres uno o eres cero. O te gusta la playa o la montaña. O eres de perros o eres de gatos. O eres de Cruzcampo o eres de Mahou. O eres del Madrid o eres una persona normal. Todas estas clasificaciones binarias son tendenciosas y poco ajustadas a la realidad. Excepto una, que es exacta, que define a dos grupos de personas de tal manera que, una vez inscrito en una de las categorías, eres parte de la humanidad: o eres de colacao o eres de nesquik.
Leti, necesitas ayuda. ¿Nesquik? Ay, Dios mío, vas de cabeza al desastre, pero no te preocupes: hay salvación. Empezaremos por un periodo de dos meses de desintoxicación en el que no consumirás (repito: no consumirás) esos polvos malignos. Si el síndrome de abstinencia es muy intenso, se te permite un poco de colacao "turbo", que es una porquería pero, al menos, es colacao. Después de esos dos meses, empezarás a desayunar colacao, pero ¡ojo! Usa leche caliente. Aún no estarás preparada para el grumo de polvo seco. Puedes revolver ese colacao con leche caliente si quieres, aunque al final de este periodo descubrirás el placer de NO REVOLVER EL COLACAO. Dentro de dos meses podrás aumentar la dosis: en vez de una cucharada, usa dos o tres. Otros dos meses después, ya estarás preparada para el colacao con leche fría.
Ánimo, que tú puedes.
PD: algún día, seguro, alguien escribirá un tratado de cómo se toma el colacao. Es un arte, y la cosa da para más de ochocientas páginas. El Nesquik... ¡sólo tiene una forma!
Publicar un comentario