Virtudes: la concentración

El Alien es un culo de mal asiento (que esté sentada es un síntoma inequívoco de que está malita). No para, desde que se levanta hasta que se acuesta: sube, baja, corre, salta, coge, suelta, tira, grita, calla, ríe, llora... es un rabo de lagartija. Siempre tiene que estar haciendo algo, y haciéndolo activamente. Hasta cuando se para está haciendo algo: se concentra.

De vez en cuando (dos o tres veces al día) se detiene el huracán de actividad y, durante unos minutos, se convierte en una estatua. Puede ser mirando el Pocoyó, o la ventana, o su propio pie, o la pelusa de debajo del sofá. El observador poco acostumbrado podría pensar que en esos casos está, símplemente, quieta, pero yo, que la veo todos los días, sé que no es sólo eso, sé que se está concentrando con todas sus fuerzas. Y aprovecho para hacerle fotos sin flash.


El Alien no declaró nada, por primera vez en su vida.

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