jueves, 31 de julio de 2008

Peana Arbelto

Llevo trabajando con Arbelto unos diez años. Es una mula. Cuando se pone a currar es como un tren de mercancías: no hay estaciones intermedias y no hay quien lo pare. Con lo grande que es parece incongruente que sea tan tímido (la cosa negra no son unas gafas a lo Matrix; son una petición expresa suya). Además, mal que le pese, es un Jordán: cuando se le hincha la yugular, sus enemigos tiemblan. Arbelto es del Aleti, de los que van al Calderón. El Alien le ha visto sólo un par de veces (culpa mía, ya sabéis), pero le trata con una familiaridad que, lo reconozco, me mosquea.

El Alien declaró: "Es que huele a niño".


1 comentario:

Letichan dijo...

Los aliens tienen un refinado instinto y una gran capacidad de percepción para detectar a los que son afines a ellos...