miércoles, 14 de febrero de 2007

La bipedestación

Soltaría un rollo sobre el hito que representó para nuestros ancestros primates lograr ponerse de pie sobre las patas traseras, pero no lo haré. Buscadlo en el Google, o preguntadle a esa vecinita tan mona. Recuerdo la cara que puso el Alien la primera vez que, agarrándose a las patas de la mesita del salón, consiguió ponerse de pie ella solita. Era el gesto del triunfo más absoluto: por fin tenía acceso al mando de la tele.


El Alien declaró: "¡Mío, mío... MÍO! ¡Yo tengo el poder! ¡Tengo el cacharrito mágico que hace aparecer a Arguiñano y a las cebras moradas del Baby Einstein!"


2 comentarios:

Letichan dijo...

Jajajaja... Al principio parece que tuviera un sable láser en la manita

Anónimo dijo...

joderrrrrrr!!!! Ejjjjke la vida sin adsl es muy duraaaaaaaaa