La bipedestación
Soltaría un rollo sobre el hito que representó para nuestros ancestros primates lograr ponerse de pie sobre las patas traseras, pero no lo haré. Buscadlo en el Google, o preguntadle a esa vecinita tan mona. Recuerdo la cara que puso el Alien la primera vez que, agarrándose a las patas de la mesita del salón, consiguió ponerse de pie ella solita. Era el gesto del triunfo más absoluto: por fin tenía acceso al mando de la tele.
El Alien declaró: "¡Mío, mío... MÍO! ¡Yo tengo el poder! ¡Tengo el cacharrito mágico que hace aparecer a Arguiñano y a las cebras moradas del Baby Einstein!"
2 comentarios:
Jajajaja... Al principio parece que tuviera un sable láser en la manita
joderrrrrrr!!!! Ejjjjke la vida sin adsl es muy duraaaaaaaaa
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